El Seminario apunta a abordar el principal impasse en la clínica psicoanalítica. La propuesta consiste en recorrer una serie de líneas de intervención que permitan hacer del impasse fundamental del psicoanálisis la bisagra que motoriza la cura analítica. Para ello, primero se situará clínicamente el problema, y luego se propondrán distintas lecturas de los conceptos fundamentales que permitan tratarlo analíticamente.
La premisa: para que un análisis sea posible tiene que instalarse la transferencia. Pero el amor de transferencia tiene bordes. Bordes que introducen obstáculos, o conducen a un impasse en la cura. El amor, es una condición necesaria, pero a la vez, un obstáculo fundamental, en particular, cuando surgen las pasiones que no se dejan abordar por las razones.
Este seminario propone retomar la psicopatologización exacerbada del amor que se ha realizado del impasse freudiano de las pasiones elementales, para transformarlo en el fundamento de la operación analítica. ¿Asistimos a una psicopatologización exacerbada de la vida amorosa? Es una pregunta fundamental, porque la dirección de la cura depende directamente de la conceptualización del amor en juego, allí donde la articulación entre el amor y la transferencia determina la posición del analista y sus intervenciones.
El amor es complejo. El amor tiene bordes. La pasión amorosa se extiende desde el amor romántico, al desgarro amoroso, pasando por todo tipo de exigencias superyoicas, desilusiones, o fracasos que se plantean en el territorio de la vida amorosa. Esos bordes del amor son los lugares problemáticos, pero a la vez necesarios, para un analista.
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